Skip to main content

A las 11 de la mañana de un agradable lunes 17 de octubre de 2022, en el Valle de Iguña, celebran el 102 cumpleaños de Miguel Delibes con el estreno de un proyecto muy bonito organizado por la fundación que lleva su nombre.

Se trata del primer encuentro de “Memorias compartidas”, una actividad en la que durante más de dos horas una decena de mayores iguñeses y niños del CEIP Leonardo Torres Quevedo han leído, han escuchado, han hablado, han reflexionado, han compartido y han trabajado juntos.

Las puertas del centro escolar se abren para acoger a María Luisa Martínez Ibáñez, José Antonio Peña Collantes, Miguel Ángel Pérez Ruiz, Carmen Múgica López, Josefa Quevedo Rueda, Manuel González Fernández, Milagros Pérez Linares, Adolfo Ríos Venero, Mercedes Calderón García, Blanca Luz García García. Ilusionados todos ellos, mayores con años de sabiduría a sus espaldas, algunos portan objetos de su infancia, objetos que tanto usaron en su juventud y que van a mostrar y explicar a los más pequeños.

Les recibe Marta Herrate, monitora experta en educación patrimonial, de El calabacín errante, coordinadora de cada encuentro. Poco a poco van entrando al aula los niños, que, con caras de sorpresa, a la par que extrañas, se van fijando en cada objeto que decora la clase.

Una vez presentes todos los participantes, Marta da comienzo a la actividad explicando en qué consiste. A lo largo de la siguiente hora y media, casi todos los mayores y alguno de los niños leyeron las lecturas de las obras de Miguel Delibes seleccionadas para el proyecto, que se habían preparado previamente y que estaban relacionadas con los siete temas propuestos: Oficios de antaño; Dime cómo se llama; Cultivando la vida; Música y fiestas; Un bosque vivo y La tierra herida. 

Tema a tema y lectura tras lectura, siempre atentos, todos los mayores y María Balbas García, Carlota Benito Ubaldo, Sara Castillo Gutiérrez, Gabriela de Souza Ríos, Daniela Fernández Branchadell, Álvaro Fernández García, Lucía García Sañudo, Laia González Gómez, Darío González González, Olalla González Revilla, Enrique Gutiérrez Pastor, Daniel Illesca González, Cristian Lastra Sánchez, Aitor Ruiz González y Raúl Villegas Mantecón, han escuchado los sonidos que El Náan ha compuesto para este proyecto.

Las campanas y los sonidos de misa, el hierro del yunque, el fuego, el pastor y sus ovejas, el acordeón, el canto de los pájaros, las cuerdas de una guitarra, una motosierra, un árbol cayendo y golpeando el suelo, son las melodías que envuelven el aula y que activan la memoria de los más mayores.

A través del diálogo entre todos los participantes, en el que los mayores explicaban qué era cada objeto, por ejemplo, el misal, la plancha de hierro, los zuecos de madera o madreñas, los aperos de labranza, las panderetas o la azada típica de Cantabria, y los niños, a su vez, preguntaban, se revivía la memoria, se ampliaba el aprendizaje y juntos lograban conservar ese patrimonio cultural, material e inmaterial.

Tras la parte más didáctica, es el turno de ponerse manos a la obra y materializar lo aprendido. En pequeños grupos de uno o dos adultos, con tres niños cada uno, han trabajado juntos y entre charla y charla, comentarios sobre las tradiciones de la región, de los oficios de antaño, de la música y las fiestas, han hecho auténticas obras de arte: poemas, dibujos, collages, ilustraciones.

Y tras cada exposición de los grupos, el broche final a una jornada tan amena lo han puesto Carmen Múgica, la alcaldesa de Molledo, otra mujer y dos niñas tocando la pandereta y entonando una canción típica del pueblo.

Aunque no se podía decir adiós al primer encuentro de “Memorias compartidas” sin cantarle el cumpleaños feliz a Miguel Delibes.

¡Hasta la próxima!